No sólo las plantas reviven en primavera, también los animales reciben la nueva estación con pequeñas réplicas de sí mismos.
Aquí, una pata que habita en la ría de Molinao, con su prole. Hasta 11 he llegado a contar.
Acudiendo a la llamada de mamá pata.
Se han convertido en la atracción del pueblo.
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