Los pajarillos que han nacido esta primavera han abandonado el nido o tienen intención de hacerlo en breve pero, para ello, primero tienen que aprender a volar. Y no es tan fácil. A pesar de que decimos que es innato en las aves, ellas también tienen que aprender. Algo parecido a lo que nos pasa a nosotros cuando somos pequeños y aprendemos a andar.
Ayer, una cría apareció en mi balcón. Había conseguido llegar hasta allí, en el cuarto piso pero no se decidía a volar de nuevo. Un colirrojo tizón, que sería uno de sus progenitores, aparecía de vez en cuando para animarle a volar pero el pajarillo no se decidía. Correteaba piando por el balcón. Saltó a la barandilla y de ahí al alféizar de la ventana para volver a la barandilla. Ahí se quedó otro buen rato intentando decidirse sin éxito. Así que aproveché para sacarle alguna foto.
Como no se movía, me fui acercando poco a poco hasta que por fin salió volando... hasta un balcón al otro lado de la calle.
Del balcón al alféizar y vuelta a empezar con la indecisión...
¿Podríamos decir que le he ayudado a volar?
Ayer, una cría apareció en mi balcón. Había conseguido llegar hasta allí, en el cuarto piso pero no se decidía a volar de nuevo. Un colirrojo tizón, que sería uno de sus progenitores, aparecía de vez en cuando para animarle a volar pero el pajarillo no se decidía. Correteaba piando por el balcón. Saltó a la barandilla y de ahí al alféizar de la ventana para volver a la barandilla. Ahí se quedó otro buen rato intentando decidirse sin éxito. Así que aproveché para sacarle alguna foto.
Como no se movía, me fui acercando poco a poco hasta que por fin salió volando... hasta un balcón al otro lado de la calle.
Del balcón al alféizar y vuelta a empezar con la indecisión...
¿Podríamos decir que le he ayudado a volar?
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