Éxodo juvenil

En estos tiempos de crisis, al menos en España, la falta de trabajo se está cebando en los jóvenes que ven con impotencia cómo pasa el tiempo sin encontrar un trabajo que les permita independizarse. Sienten que todo el tiempo, dinero y esfuerzo invertidos en estudiar y formarse se pierden junto con su ilusión mientras sus posibilidades de incorporarse al mercado laboral en un puesto acorde con sus capacidades se van reduciendo de tal manera que, sin otra alternativa, se ven obligados a emigrar al extranjero.

Para ellos, la lucha interna entre la emoción de viajar a otro país, conocer otra cultura, poder trabajar y demostrar lo aprendido… y dejar a su familia, su mundo conocido. Y para su familia, la alegría de que tengan un trabajo que les permita pensar en el futuro y la pena de que se vayan… incluso la inquietud de que se vayan a lo desconocido.

Entiendo que puede ser una experiencia interesante y enriquecedora. Y, como padres, sé que una de nuestras labores es dejarles volar e incluso impulsarles a ello pero… ¿es necesario que vuelen tan lejos?

Y los empresarios, los políticos, el país… ¿Cómo pueden dejar que se vayan después de haberlos formado? ¿Cómo pueden dejar que sean otros los que se aprovechen de lo que aquí se invirtió en su formación?

Como muchos otros padres, sólo espero que la situación mejore y puedan volver… si quieren.