Se me suele dar bien acercarme a las lagartijas, incluso una vez creo que estuve jugando con una que se asomaba cuando yo me escondía y se escondía cuando yo me asomaba.
Y creo que este fin de semana he conseguido depurar mi técnica ya que he conseguido fotografiar ¡cuatro lagartijas!
Me acerco a ellas despacito, despacito cuando están paradas y… ellas se quedan a la espera, parece que no me ven como a una amenaza. He llegado a estar muy cerca…
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