Dorados

Mientras duran las obras estamos en el que fue el piso de mi suegra, más pequeño que el nuestro y peor adaptado para una familia de 5 personas, así que nos arreglamos como podemos.
Como mantuvimos algunos de los muebles que aunque eran viejos estaban en buen estado, no he podido evitar darme cuenta de lo oscuros y feos que estaban los dorados, manillas y tiradores, tanto que estuve pensando en cambiarlos por unos nuevos para dar otro aire a los armarios y puertas. Antes de deshacerme de ellos, probé a limpiarlos, ya que no perdía nada, si acaso algo de mi tiempo…

Probé con un limpiador de metales pero no funcionó demasiado, no sé si es que estaban demasiado viejos y sucios. También probé con estropajo normal y jabón, sin resultado, y con alcohol de quemar, ya un poco a la desesperada, pero no sirvió. Al final lo intenté con un estropajo de aluminio, tenía un poco de miedo de que se fuera el dorado, pero milagrosamente el dorado regresó poco a poco.

Resultó que las piezas eran de latón y recuperaron su bonito brillo. Después del proceso, casi, casi, parecían nuevas. Un poco de crema para muebles hizo el resto.