Un precioso domingo de octubre en el que íbamos a comer a Pasai Donibane.
Parece que no somos los únicos, hay cola para esperar a la motora que nos llevará de San Pedro a Donibane.
Pero mientras comemos, entra la bruma y los paseos ya no son tan apetecibles.
La bruma y el cambio de hora hacen que las luces lleguen pronto.
Parece que no somos los únicos, hay cola para esperar a la motora que nos llevará de San Pedro a Donibane.
Pero mientras comemos, entra la bruma y los paseos ya no son tan apetecibles.
La bruma y el cambio de hora hacen que las luces lleguen pronto.
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