Una chica con pistola

No es de esas historias que te enganchan y no puedes soltar, pero esta novela de Amy Stewart basada en un hecho real sucedido en 1914 resulta entretenida. Resulta curioso ver la transformación de Constance Kopp y su búsqueda de la justicia aunque muchos creían que no había manera de luchar contra alguien poderoso como Henry Kaufman, gerente de la fábrica de teñido de sedas. Resulta un ejemplo a seguir: luchar por nuestros derechos y contra las injusticias, no dejar que los poderosos utilicen su poder contra los indefensos... aunque a menudo puede ser peligroso.
La novela adorna un poco la noticia real para dar más interés al relato y rellena la vida diaria de las protagonistas porque por mucha información que se tenga de un personaje, el día a día no suele estar reflejado en ningún sitio y los autores tienen que improvisar, crear una vida creíble para sus personajes.