Hoy es día de Reyes. Aunque algunos de los regalos se hayan desplazado al día de Navidad, para aprovechar que los niños están de vacaciones y puedan disfrutar con ellos, el día de Reyes sigue siendo en España “el día de los regalos”.
Hace ya días que los niños han enviado la carta a los Reyes Magos con los regalos que se desean. Algunos, habrán aprovechado, ayer, la visita de sus Majestades y sus pajes para entregarlas personalmente.
En muchas casas, ayer se habrán dejado los zapatos limpios antes de acostarse. Normalmente, un zapato de cada integrante de la casa o de cada uno de los que esté previsto que reciban regalos al día siguiente. En algunos casos, se prestan zapatos a los que están ausentes. Se añade el nombre de a quién corresponde el zapato para que no haya equivocaciones. Se deja un detalle a sus Majestades: un poco de leche o vino dulce, unas galletas, agua para los camellos,… Todo es bien recibido.
Por la noche, los niños están tan nerviosos que les cuesta coger el sueño pero saben que si no se duermen, los Reyes no vendrán. Esta mañana, los niños se despiertan solos, sin nadie que les llame. Siempre con miedo de que los Reyes Magos hayan pasado de largo. ¡Qué alboroto cuando descubren los regalos! ¿Me habrán traído lo que les pedí? Normalmente, siempre llega algo de lo pedido pero no todo, para que los niños no cojan malas costumbres. También suelen recibir regalos muy prácticos pero que no habían pedido. ¡Ay! Los Reyes siempre pensando en todo.
Después, para desayunar o de postre para comer: roscón de Reyes. ¡Qué bueno! Solo para untar en el desayuno y relleno de nata o crema para después de comer.
Hace ya días que los niños han enviado la carta a los Reyes Magos con los regalos que se desean. Algunos, habrán aprovechado, ayer, la visita de sus Majestades y sus pajes para entregarlas personalmente.
En muchas casas, ayer se habrán dejado los zapatos limpios antes de acostarse. Normalmente, un zapato de cada integrante de la casa o de cada uno de los que esté previsto que reciban regalos al día siguiente. En algunos casos, se prestan zapatos a los que están ausentes. Se añade el nombre de a quién corresponde el zapato para que no haya equivocaciones. Se deja un detalle a sus Majestades: un poco de leche o vino dulce, unas galletas, agua para los camellos,… Todo es bien recibido.
Por la noche, los niños están tan nerviosos que les cuesta coger el sueño pero saben que si no se duermen, los Reyes no vendrán. Esta mañana, los niños se despiertan solos, sin nadie que les llame. Siempre con miedo de que los Reyes Magos hayan pasado de largo. ¡Qué alboroto cuando descubren los regalos! ¿Me habrán traído lo que les pedí? Normalmente, siempre llega algo de lo pedido pero no todo, para que los niños no cojan malas costumbres. También suelen recibir regalos muy prácticos pero que no habían pedido. ¡Ay! Los Reyes siempre pensando en todo.
Después, para desayunar o de postre para comer: roscón de Reyes. ¡Qué bueno! Solo para untar en el desayuno y relleno de nata o crema para después de comer.
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