Debo reconocer que mis hijas, a veces, son un poco liantes. ¿A quién habrán salido?
Van a ir de viaje y no encontraban una mochila de su gusto, así que hace unas dos semanas me dijeron: ¿Por qué no hacemos una?
De primeras, lo único que puse fueron pegas, a todo: que era mucho trabajo, que nos iba a salir más cara que una comprada, que no sabía cómo hacerla,… porque estaba segura de que contaban conmigo para coser. Pero fueron contrarrestando mis protestas: teníamos una tela resistente de algodón color crudo, había un bolso de cuadros que no se usaba y se podría reciclar, ellas iban a colaborar, teníamos una mochila de muestra, habían pensado en el diseño y querían una mochila un poco más grande,… Poco a poco fueron venciendo mis reticencias y me dije: ¿Por qué no? Si no salía bien, habríamos perdido bastante tiempo y ellas tendrían que comprarse rápidamente una mochila aunque no les gustara mucho, pero tampoco era tan grave. La única condición: comprar lo menos posible para que no nos saliera más cara que comprada (con todo el trabajo que nos iba a dar ya era suficiente).
Así que, primero, sacar los patrones basándonos en la mochila que ya teníamos. Después, ir cortando las piezas y montando y cosiendo. No hemos tenido problemas demasiado graves y los que hemos tenido los hemos ido solventando. En algunos casos, hemos cambiado de idea: en vez de poner ojales metálicos, hemos colocado trabillas porque a pesar de que teníamos ojales, no teníamos herramientas adecuadas para cortar la tela y colocar los ojales de forma que quedaran bien.
Poco a poco, entre las cuatro, hemos hecho una bonita mochila de la que nos sentimos muy orgullosas. Tiene dos bolsillos exteriores y uno interior con cremallera, y dos bolsillos más en el interior. Es cómoda y sólo nos ha costado 10,60 € (sin contar el montón de horas de trabajo que ya estaban asumidas y han sido gratificantes).
¿Quién me iba a decir a mí hace 3 semanas que íbamos a hacer una mochila? Nunca habíamos hecho una y tampoco tengo tanta experiencia cosiendo. Eso sí: intuición y paciencia. ¡Ah! Y no me gusta dejar a medias las cosas que empiezo. Nos ha quedado mucho mejor de lo que creía. Y tienen una mochila ¡original!
Bueno, lo que quería comunicar en este post no es que podéis hacer una mochila, que podríais intentar de la misma forma que lo hemos hecho nosotras, ni tampoco este post es un tutorial para hacer mochilas. Lo que me gustaría que comprendierais con este post es que: podríais hacer muchas cosas si os lo propusierais; más de las que creéis.
PD: ayer tuve problemas con Internet y no pude subir el post
Van a ir de viaje y no encontraban una mochila de su gusto, así que hace unas dos semanas me dijeron: ¿Por qué no hacemos una?
De primeras, lo único que puse fueron pegas, a todo: que era mucho trabajo, que nos iba a salir más cara que una comprada, que no sabía cómo hacerla,… porque estaba segura de que contaban conmigo para coser. Pero fueron contrarrestando mis protestas: teníamos una tela resistente de algodón color crudo, había un bolso de cuadros que no se usaba y se podría reciclar, ellas iban a colaborar, teníamos una mochila de muestra, habían pensado en el diseño y querían una mochila un poco más grande,… Poco a poco fueron venciendo mis reticencias y me dije: ¿Por qué no? Si no salía bien, habríamos perdido bastante tiempo y ellas tendrían que comprarse rápidamente una mochila aunque no les gustara mucho, pero tampoco era tan grave. La única condición: comprar lo menos posible para que no nos saliera más cara que comprada (con todo el trabajo que nos iba a dar ya era suficiente).
Así que, primero, sacar los patrones basándonos en la mochila que ya teníamos. Después, ir cortando las piezas y montando y cosiendo. No hemos tenido problemas demasiado graves y los que hemos tenido los hemos ido solventando. En algunos casos, hemos cambiado de idea: en vez de poner ojales metálicos, hemos colocado trabillas porque a pesar de que teníamos ojales, no teníamos herramientas adecuadas para cortar la tela y colocar los ojales de forma que quedaran bien.
Poco a poco, entre las cuatro, hemos hecho una bonita mochila de la que nos sentimos muy orgullosas. Tiene dos bolsillos exteriores y uno interior con cremallera, y dos bolsillos más en el interior. Es cómoda y sólo nos ha costado 10,60 € (sin contar el montón de horas de trabajo que ya estaban asumidas y han sido gratificantes).
¿Quién me iba a decir a mí hace 3 semanas que íbamos a hacer una mochila? Nunca habíamos hecho una y tampoco tengo tanta experiencia cosiendo. Eso sí: intuición y paciencia. ¡Ah! Y no me gusta dejar a medias las cosas que empiezo. Nos ha quedado mucho mejor de lo que creía. Y tienen una mochila ¡original!
Bueno, lo que quería comunicar en este post no es que podéis hacer una mochila, que podríais intentar de la misma forma que lo hemos hecho nosotras, ni tampoco este post es un tutorial para hacer mochilas. Lo que me gustaría que comprendierais con este post es que: podríais hacer muchas cosas si os lo propusierais; más de las que creéis.
Esta es la idea: ¡ATRÉVETE!
Cuando se te ocurra que podrías hacer algo, no empieces a poner pegas, piensa: ¿por qué no? Me refiero, obviamente, a hacer cosas: a CREAR. Seguro que puedes llegar más lejos de lo que tú te crees, si lo intentas. No te pidas imposibles, pero ponte objetivos un poco más difíciles de lo que crees que eres capaz y podrás ver cómo lo consigues. Si tienes dudas: busca en Internet. Seguramente podrás encontrar algún tutorial, consejo o receta que te ayude. Quizá te lleve algo de tiempo encontrarlo pero te ahorrará mucho tiempo de errores. Sentirás un orgullo sincero al ver tu creación terminada.PD: ayer tuve problemas con Internet y no pude subir el post
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