El puerto de Erentzin

Ayer nos acercamos a otro de los lugares de Jaizkibel que teníamos sin explorar y parecía interesante: el puerto de Erentzin. La singularidad de este lugar consiste en unas extrañas piedras de forma particularmente redondeada, demasiado incluso, con un agujero cuyo origen podría ser debido a un grupo de invertebrados que excavaron galerías en el fondo marino. Estos serían los agujeros que se ven y, a través de esos canales, el sedimento se transformaría en roca lo que daría lugar a esa forma redondeada. El curioso nombre de estas formaciones: paramoudras.
Nos detuvimos en el mirador de Jaizkibel y pudimos observar alrededor de una docena de buitres que volaba sobre nuestras cabezas. Enfrente, en Peñas de Aya, se encuentra una buitrera y quizá procedieran de allí, pero algo interesante debía de haber por la zona para que hubiera tantos concentrados.

Iniciamos el camino que la primera vez nos llevó hasta Gaztarrotz pero en un momento lo dejamos a nuestra izquierda. Cuando encontramos estos restos, pensamos si podría ser alguna de las razones de la concentración de buitres.

Dejamos a nuestra derecha la casa de los carabineros que, evidentemente, está abandonada.

Y por fin llegamos al lugar. Como siempre, lugares idílicos, paisajes lunares con agua azul.

Curiosas concreciones formadas por algún animal que no conozco.

Los cangrejos huían a nuestro paso. Cangrejos cuadrados, como tradicionalmente no se comen, hay muchos.

Percebes. Estos crustáceos son muy apreciados y viven en rocas donde el mar azota, por eso recolectarlos es muy peligroso. De todas formas, ahora es época de veda y no se pueden coger.

Y lo que habíamos ido a buscar: paramoudras.

En el paso de un lado a otro, otras formaciones curiosas: un mosaico.

Y más formaciones singulares.

¿Qué os recuerda esta curiosa paramoudra?

Si me preguntaran por lo que me sugieren las paramoudras, yo diría que son para que los gigantes jueguen a los bolos.

Aquí un conjunto de paramoudras encadenadas

El interior parece constar de un anillo externo de color grisáceo y el interior de color marrón claro.

Una bonita vista de la cala.

Esta estructura (y la de arriba) se utilizan para subir las algas rojas (gelidium), hacia septiembre, ya que son muy cotizadas para cosmética.

A la vuelta, ya con la sensación del deber cumplido, una vuelta por Donibane (para ver fotos, os remito al post del 11 de enero http://unpocoydemas.blogspot.com.es/2014/01/una-joven-foca-gris-en-donibane-y-2.html) hacia la bocana (entrada) del puerto.
Pudimos contemplar la entrada de un barco en la bahía.

Y el entrenamiento de una trainera. Al fondo, la draga Jaizkibel que está en proceso de restauración y el lugar en el que Albaola va a realizar la réplica, a tamaño natural y con artes tradicionales, de la Nao San Juan.