Lo que me ha llamado la atención en Lisboa es la cantidad de opciones de transporte que tiene. Quizá no tantos para los lisboetas pero sí para los turistas que pueden utilizar cualquier tipo de transporte. Puedes escoger entre: taxi, autobús, tren, metro, tranvía, autobús turístico, citytuk y transbordador (para pasar al otro lado del estuario). También hay dos tranvías turísticos: uno de color rojo y otro verde, pero no sé muy bien cómo funcionan. E l tren, obviamente, no es para moverse dentro de la ciudad. He podido probar: taxi, metro y tranvía.
Otra de las cosas que me gustan es que tanto el metro, como el tranvía o el transbordador y creo que el autobús (esto habría que confirmar) funcionan con el mismo billete. Lo consigues en las estaciones de metro. Obtienes el primer billete al comprar uno o más viajes, de los que cada uno costaba 1,40 €. La primera vez te cuesta 0,50 € más caro que corresponde al pago del billete físico que es en cartón, tiene un chip y es recargable. Aunque los tranvías se pueden pagar en metálico, os recomiendo cargar la tarjeta en la estación de metro y pagar con ella ya que si pagáis en metálico, os cuesta más caro y con tarjeta 1,40 €/viaje. ¿No creéis que merece la pena? Lo que no tengo claro es si los tranvías turísticos también se puede utilizar la tarjeta.
Los taxis y autobuses tienen carril propio por lo que van mucho más rápido que tú en coche. Y a los tranvías, a veces los he visto ir rapidísimo, aunque el tranvía que cogimos para ir al Castillo de San Jorge iba más bien despacio. Supongo que cuesta arriba es difícil correr.
El taxi es una buena opción si sois 4 personas. Ir desde la Plaza del Comercio hasta la Torre de Belém nos costó 6,45€ a toda velocidad, en tranvía nos habría costado 5,60€ los cuatro y, seguramente, habríamos tardado más por las paradas. Los taxis, habitualmente, tienen la parte superior de color menta.
Tranvías y autobús turístico en la Plaza del Comercio.
Un tren.
El CityTuk. Alguno daba hasta miedo, bajando a toda velocidad por las cuestas.
Un tranvía turístico.
Y luego están los especiales. Además del elevador de Santa Justa, que ya os he mostrado, está el ascensor o elevador da Gloria que es un funicular de 1885, el elevador do Lavra de 1884 y el elevador da Bica de 1892.
Aquí el elevador Da Gloria, que se puede coger junto a la Plaza de Restauradores.
Las unidades de metro no son especialmente modernas. Me suelo fijar muchos en las estaciones de metro porque me gusta mucho que tengan personalidad. No me agradan las estaciones sosas y anodinas, que no tienen nada que las identifique y en las que tienes que mirar el nombre de la estación para saber dónde estás. Lisboa tiene estaciones con personalidad y estaciones sooosas.
Hay cuatro líneas que se identifican con 4 colores: amarillo, rojo, azul y verde. He cogido desde Campo Pequeño hasta Restauradores por las líneas azul y amarillo. También he cogido desde Olaias hasta Baixa Chiado por las líneas roja, verde y azul.
Me quedé con ganas de bajar en la de Picoas, porque desde el coche vi que la salida se parecía a las del metro de París: una filigrana en metal que pone ”METROPOLITANO”.
La estación de Campo Pequeño está decorada con dibujos en piedra (tipo taracea) y esculturas de mujeres.
La de Restauradores, con dibujos que representan ciudades del mundo: Madrid, París, Londres, Nueva York,…
Pero sin lugar a dudas, la que más me gustó de todas fue la de Olaias: una estación colorida, muy amplia y espaciosa, donde el techo estaba a unos 10 metros de altura.
Más información:
http://www.disfrutalisboa.com/elevador
http://www.disfrutalisboa.com/transporte
http://www.lisboa.es/transporte/
http://www.voyalisboa.com/transporte-publico-lisboa/
http://www.voyalisboa.com/guia-transporte-publico-lisboa/
Otra de las cosas que me gustan es que tanto el metro, como el tranvía o el transbordador y creo que el autobús (esto habría que confirmar) funcionan con el mismo billete. Lo consigues en las estaciones de metro. Obtienes el primer billete al comprar uno o más viajes, de los que cada uno costaba 1,40 €. La primera vez te cuesta 0,50 € más caro que corresponde al pago del billete físico que es en cartón, tiene un chip y es recargable. Aunque los tranvías se pueden pagar en metálico, os recomiendo cargar la tarjeta en la estación de metro y pagar con ella ya que si pagáis en metálico, os cuesta más caro y con tarjeta 1,40 €/viaje. ¿No creéis que merece la pena? Lo que no tengo claro es si los tranvías turísticos también se puede utilizar la tarjeta.
Los taxis y autobuses tienen carril propio por lo que van mucho más rápido que tú en coche. Y a los tranvías, a veces los he visto ir rapidísimo, aunque el tranvía que cogimos para ir al Castillo de San Jorge iba más bien despacio. Supongo que cuesta arriba es difícil correr.
El taxi es una buena opción si sois 4 personas. Ir desde la Plaza del Comercio hasta la Torre de Belém nos costó 6,45€ a toda velocidad, en tranvía nos habría costado 5,60€ los cuatro y, seguramente, habríamos tardado más por las paradas. Los taxis, habitualmente, tienen la parte superior de color menta.
Tranvías y autobús turístico en la Plaza del Comercio.
Un tren.
El CityTuk. Alguno daba hasta miedo, bajando a toda velocidad por las cuestas.
Un tranvía turístico.
Y luego están los especiales. Además del elevador de Santa Justa, que ya os he mostrado, está el ascensor o elevador da Gloria que es un funicular de 1885, el elevador do Lavra de 1884 y el elevador da Bica de 1892.
Aquí el elevador Da Gloria, que se puede coger junto a la Plaza de Restauradores.
Las unidades de metro no son especialmente modernas. Me suelo fijar muchos en las estaciones de metro porque me gusta mucho que tengan personalidad. No me agradan las estaciones sosas y anodinas, que no tienen nada que las identifique y en las que tienes que mirar el nombre de la estación para saber dónde estás. Lisboa tiene estaciones con personalidad y estaciones sooosas.
Hay cuatro líneas que se identifican con 4 colores: amarillo, rojo, azul y verde. He cogido desde Campo Pequeño hasta Restauradores por las líneas azul y amarillo. También he cogido desde Olaias hasta Baixa Chiado por las líneas roja, verde y azul.
Me quedé con ganas de bajar en la de Picoas, porque desde el coche vi que la salida se parecía a las del metro de París: una filigrana en metal que pone ”METROPOLITANO”.
La estación de Campo Pequeño está decorada con dibujos en piedra (tipo taracea) y esculturas de mujeres.
La de Restauradores, con dibujos que representan ciudades del mundo: Madrid, París, Londres, Nueva York,…
Pero sin lugar a dudas, la que más me gustó de todas fue la de Olaias: una estación colorida, muy amplia y espaciosa, donde el techo estaba a unos 10 metros de altura.
Más información:
http://www.disfrutalisboa.com/elevador
http://www.disfrutalisboa.com/transporte
http://www.lisboa.es/transporte/
http://www.voyalisboa.com/transporte-publico-lisboa/
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