Aunque sorprendería poder encontrar un palafito en
Guipúzcoa, la verdad, es que yo he encontrado uno. Seguramente la necesidad de
agrandar la casa y la imposibilidad de hacerlo por delante, hicieron que este
caserío de Matxinbenta creciera por encima del río, alzado sobre zancos que lo
libran del agua.
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