Aizkorri es uno de los montes más emblemáticos de Guipúzcoa y aunque no sea el más alto (1.528 m), ha conseguido dar su nombre a la sierra a la que pertenece. El mérito de ser el más alto, se concede actualmente a Aitxuri (1.551 m).
Dejamos el coche en Otzaurte, desde donde cogeremos uno de los accesos más conocidos hacia Aizkorri que pasa por el túnel de San Adrián. Lo mejor es escoger un bonito día de otoño, no como hoy que está lloviendo.
Madera preparada para el invierno.
Pasear por el bosque en otoño es un regalo para la vista.
La luz del sol juega con los colores.
Dejamos atrás el refugio de San Adrián, de la Federación Vasca de Montaña, aunque actualmente está cerrado.
Nos vamos acercando al túnel de San Adrián. Este paso ha tenido una trascendencia histórica como vía de comunicación entre Guipúzcoa y la llanada Alavesa. A pesar de que por este lado se vea tan grande, por el otro lado no lo es tanto. Los reyes que han cruzado a caballo esta calzada medieval se veían obligados a desmontar para poder hacerlo.
Cruzado el túnel, la calzada medieval sigue hacia la izquierda, pero nosotros nos dirigiremos hacia la derecha y nos encontraremos lugares impresionantes como este.
Ya casi llegamos a la cima.
Las vistas merecen la pena.
Las campas de Urbía. Si se baja hacia allí, se podrá llegar hasta Aránzazu.
No vamos a volver por donde hemos venido. Mi marido ha decidido que bajaremos por aquí.
Casi hemos tenido que bajar de culo pero podría decir que fue hasta divertido.
Seguimos por la calzada medieval para llegar hasta el túnel de San Adrián.
La luz del atardecer.
Ya llegamos al túnel de San Adrián que está detrás de nosotros. Sólo nos resta volver a recorrer el camino hasta el coche.
Dejamos el coche en Otzaurte, desde donde cogeremos uno de los accesos más conocidos hacia Aizkorri que pasa por el túnel de San Adrián. Lo mejor es escoger un bonito día de otoño, no como hoy que está lloviendo.
Madera preparada para el invierno.
Pasear por el bosque en otoño es un regalo para la vista.
La luz del sol juega con los colores.
Dejamos atrás el refugio de San Adrián, de la Federación Vasca de Montaña, aunque actualmente está cerrado.
Nos vamos acercando al túnel de San Adrián. Este paso ha tenido una trascendencia histórica como vía de comunicación entre Guipúzcoa y la llanada Alavesa. A pesar de que por este lado se vea tan grande, por el otro lado no lo es tanto. Los reyes que han cruzado a caballo esta calzada medieval se veían obligados a desmontar para poder hacerlo.
Cruzado el túnel, la calzada medieval sigue hacia la izquierda, pero nosotros nos dirigiremos hacia la derecha y nos encontraremos lugares impresionantes como este.
Ya casi llegamos a la cima.
Las vistas merecen la pena.
Las campas de Urbía. Si se baja hacia allí, se podrá llegar hasta Aránzazu.
No vamos a volver por donde hemos venido. Mi marido ha decidido que bajaremos por aquí.
Casi hemos tenido que bajar de culo pero podría decir que fue hasta divertido.
Seguimos por la calzada medieval para llegar hasta el túnel de San Adrián.
La luz del atardecer.
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