En España acaba de dar inicio la campaña de la Renta 2015. Es el momento de regularizar con el Estado (*) lo que nos corresponde pagar respecto a los ingresos que hemos obtenido durante el año pasado. Durante el 2015, ya habremos ingresado cierta cantidad de dinero que habrá ido a la recaudación (mensualmente de nuestra nómina en el caso de que seamos asalariados o periódicamente en caso de ser autónomos) pero es el momento de tener en cuenta otros conceptos que pueden desgravar (tener hijos menores de cierta edad que no trabajan,…) o que nos pueden penalizar (tener ingresos extras,…). Y así, a veces ocurrirá que durante el año habíamos pagado más de lo que nos correspondía y nos devolverán el dinero ingresado de más y otras veces habrá sucedido al revés y nos corresponderá pagar.
A la mayoría nos parece que pagamos mucho pero, si se hace bien, es la única manera de que se redistribuya la riqueza. De esta forma se evita que haya personas que no tienen ni para vivir, que no se pueden costear los gastos médicos o que no tienen quien les cuide. Con ese dinero se construirán hospitales y ambulatorios que redundarán en nuestra salud, escuelas, institutos y universidades que nos ayudarán a formarnos, carreteras, vías y aeropuertos que nos acercarán. En definitiva, ese dinero bien invertido y utilizado servirá para mejorar la vida de todos los que vivimos en este país.
Sin embargo, aunque la teoría es muy bonita, en la práctica hacemos todo lo posible por contribuir menos. Nos parece muy bien lo que se obtiene con ese dinero recaudado pero preferiríamos que lo sacaran de otro bolsillo.
Los que estamos atados a una nómina tenemos muy poco margen de maniobra… no sé qué pasaría si pudiéramos… Pero algunos están mucho más libres y se aprovechan de ello. Sobre todo, aquellos que más tienen y que más podrían contribuir, utilizan dicho dinero para contratar asesores que les ayuden a pagar menos impuestos, a tener más desgravaciones,… Y si es de forma legal, aún me tengo que callar pero muchas veces se sirven de triquiñuelas legales o descaradamente evaden capital o ponen como domicilio de sus empresas a bonitos paraísos fiscales. Todo vale con tal de engañar al resto de los contribuyentes que somos los que al final sostenemos el sistema.
Por eso los que contribuimos nos cabreamos tanto cuando salen a la luz listas de personas o empresas que aprovechándose de subterfugios legales o simplemente trampeando evitan pagar lo que deberían. La última ha sido la lista de Panamá, otras veces han sido otras…
(*) puede ser con el Estado directamente o con Diputaciones o cualquier otro estamento provincial o autonómico, al menos en el Estado Español
A la mayoría nos parece que pagamos mucho pero, si se hace bien, es la única manera de que se redistribuya la riqueza. De esta forma se evita que haya personas que no tienen ni para vivir, que no se pueden costear los gastos médicos o que no tienen quien les cuide. Con ese dinero se construirán hospitales y ambulatorios que redundarán en nuestra salud, escuelas, institutos y universidades que nos ayudarán a formarnos, carreteras, vías y aeropuertos que nos acercarán. En definitiva, ese dinero bien invertido y utilizado servirá para mejorar la vida de todos los que vivimos en este país.
Sin embargo, aunque la teoría es muy bonita, en la práctica hacemos todo lo posible por contribuir menos. Nos parece muy bien lo que se obtiene con ese dinero recaudado pero preferiríamos que lo sacaran de otro bolsillo.
Los que estamos atados a una nómina tenemos muy poco margen de maniobra… no sé qué pasaría si pudiéramos… Pero algunos están mucho más libres y se aprovechan de ello. Sobre todo, aquellos que más tienen y que más podrían contribuir, utilizan dicho dinero para contratar asesores que les ayuden a pagar menos impuestos, a tener más desgravaciones,… Y si es de forma legal, aún me tengo que callar pero muchas veces se sirven de triquiñuelas legales o descaradamente evaden capital o ponen como domicilio de sus empresas a bonitos paraísos fiscales. Todo vale con tal de engañar al resto de los contribuyentes que somos los que al final sostenemos el sistema.
Por eso los que contribuimos nos cabreamos tanto cuando salen a la luz listas de personas o empresas que aprovechándose de subterfugios legales o simplemente trampeando evitan pagar lo que deberían. La última ha sido la lista de Panamá, otras veces han sido otras…
(*) puede ser con el Estado directamente o con Diputaciones o cualquier otro estamento provincial o autonómico, al menos en el Estado Español
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