Siempre lo había visto en la distancia cuando pasaba por la autopista. Antes lo conocía por Placencia de las Armas y después por Soraluze pero ha sido el reto del mes el que me ha obligado a dirigirme hacia allí. Esta villa situada a orillas del río Deba, en lo que se denomina Bajo Deba, tiene calles estrechas que obligan, al ir en coche, a entrar por una calle y salir por otra, si no has llegado donde querías, quizá tengas que salir para volver a entrar.
Desde el siglo XVI ha contado con una floreciente industria especializada en la fabricación de armas blancas y de fuego, de ahí su sobrenombre.
Las casas, como sucede en otras villas que también están situadas junto a un río, llegan hasta el mismísimo borde del mismo.
A nada que te fijes, te darás cuenta de que hay muchos pabellones abandonados, antiguas fábricas y almacenes, parecen indicar que el pasado fue mejor…
Un hermoso blasón.
La iglesia parroquial de Santa María la Real, se comenzó en el s. XIV aunque los primeros datos históricos son del s. XVI. Tiene unas bonitas vigas talladas en el pórtico.
La Plaza Nueva (“Plaza Barrixa”) de 1830.
Un bonito edificio.
La Casa Consistorial, del s. XVII.
Un arquero en una fuente en mitad del puente.
A mí me pareció curioso y ¿a vosotros? Está en venta.
Un detalle muy interesante: las calles están señaladas con su edad. Esta es del s. XVII.
Un diseño modernista para la fuente de Errekalde (“Errekaldeko iturrixa”) de 1690.
Un estanque sobre un pabellón...
... que incluye hasta una escultura.
La fuente en la Plaza Vieja ("Plaza Zaharra") de 1650.
Cogimos la carretera hacia el alto de Karakate creyendo que tendríamos bonitas vistas pero la niebla cubría la cima y no se veía prácticamente nada.
Las ovejas invaden la carretera.
Bajamos por debajo del nivel de la niebla.
Mientras salimos de Soraluze nos encontramos con esta gran casa oscura.
Me ha llamado la atención que hemos encontrados bastantes edificios oscuros, quizá la razón haya que buscarla en que Soraluze está asentada en terreno basáltico.
Desde el siglo XVI ha contado con una floreciente industria especializada en la fabricación de armas blancas y de fuego, de ahí su sobrenombre.
Las casas, como sucede en otras villas que también están situadas junto a un río, llegan hasta el mismísimo borde del mismo.
A nada que te fijes, te darás cuenta de que hay muchos pabellones abandonados, antiguas fábricas y almacenes, parecen indicar que el pasado fue mejor…
Un hermoso blasón.
La iglesia parroquial de Santa María la Real, se comenzó en el s. XIV aunque los primeros datos históricos son del s. XVI. Tiene unas bonitas vigas talladas en el pórtico.
La Plaza Nueva (“Plaza Barrixa”) de 1830.
Un bonito edificio.
La Casa Consistorial, del s. XVII.
Un arquero en una fuente en mitad del puente.
A mí me pareció curioso y ¿a vosotros? Está en venta.
Un detalle muy interesante: las calles están señaladas con su edad. Esta es del s. XVII.
Un diseño modernista para la fuente de Errekalde (“Errekaldeko iturrixa”) de 1690.
Un estanque sobre un pabellón...
... que incluye hasta una escultura.
La fuente en la Plaza Vieja ("Plaza Zaharra") de 1650.
Cogimos la carretera hacia el alto de Karakate creyendo que tendríamos bonitas vistas pero la niebla cubría la cima y no se veía prácticamente nada.
Las ovejas invaden la carretera.
Bajamos por debajo del nivel de la niebla.
Mientras salimos de Soraluze nos encontramos con esta gran casa oscura.
Me ha llamado la atención que hemos encontrados bastantes edificios oscuros, quizá la razón haya que buscarla en que Soraluze está asentada en terreno basáltico.
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