Conciliar

Se habla largo y tendido de conciliar la vida familiar y la vida laboral y de las dificultades que conlleva, sobre todo en algunos trabajos que no permiten flexibilidad en los horarios, pero sin darnos cuenta pasamos mucho tiempo intentando conciliar muchos otros aspectos de nuestra vida. ¡Tenemos que buscar el equilibrio entre tantos momentos!
Queremos participar en proyectos con nuestra familia y tener tiempo para nuestros ratos de ocio particular. Estamos interesados en cuidar el medio ambiente (*) pero, como no nos lo ponen fácil, tenemos que hacer carambolas para no volvernos locos… Y aún lo tienen más difícil los radicales de algunas de las causas que pretenden llegar al 100% en su cumplimiento ya que algunas son incompatibles (**). Intentamos disfrutar de la comida y de la bebida, socializamos… pero nos horroriza ganar peso y si abusamos, perjudica nuestra salud. Queremos hacer ejercicio y tener un cuerpo tonificado… pero a veces nos gana la pereza. En nuestro tiempo libre tenemos que escoger entre hacer todo lo que queremos hacer o dedicar tiempo al descanso.
Así transcurre nuestra vida, conciliando diferentes aspectos de nuestra vida, poniendo prioridades y decidiendo cómo queremos vivir, buscando el punto de equilibrio entre nuestras preferencias… Si no lo hacemos así, será la vida la que decida por nosotros.

(*) Intentamos, por ejemplo, consumir el mínimo de plástico posible, reducir el consumo de energía, consumir menos carne,… Lo que los expertos nos recomiendan para disminuir nuestro impacto en el medio ambiente, pero no es fácil liberarse de las bolsas de plástico ya que en los supermercados los productos llevan plástico en exceso. Encontrar productos que no lleven plástico no es tan fácil.

(**) por ejemplo, los veganos 100% no pueden ser “sin plástico” 100% salvo que se resignen a prescindir de prendas de ropa sintéticas (el sustituto del cuero, la polipiel, es un producto plástico) y de utensilios habituales como el cepillo de dientes (los veganos utilizan cerdas de nailon en vez de cerdas de animales) o los pinceles