Desde hace casi un año, mi marido sigue una dieta especial basada en los alimentos alcalinizantes para mejorar su salud. Es por eso que empezamos a hacer en casa el pan para su consumo. Alguna vez ya había preparado pan de trigo (ver unpocoydemas.blogspot.com/2014/04/pan.html) porque a mi marido le gusta mucho el pan de hogaza.
Como quería preparárselo él y le parece pesado amasar, empezó preparando pan de centeno que no se amasa. Ya os pasaré la receta aunque mi marido tuvo problemas de vez en cuando con la humedad del pan.
Últimamente he empezado a preparar pan de espelta que le gusta mucho más porque es más esponjoso y puede untar en el plato, aunque la harina es más cara. El proceso es el mismo que para el pan de trigo, por eso no se anima él a prepararlo, pero como la masa queda más ligera, en el horno tiende a aplanarse así que he decidido meterla en molde.
En este caso he preparado un kilo de harina de espelta integral con levadura para tal cantidad, un chorro de aceite de oliva virgen, dos cucharadas rasas de sal y agua templada (alrededor de dos vasos, pero la masa te dirá cuánto necesita). Con esta cantidad he llenado dos moldes de plum cake y una flanera para hacer un bollito con semillas que he introducido después de la primera fermentación y antes de meter en los moldes. No sé exactamente qué semillas he metido en el bollito porque pertenecían a un mix que me habían regalado. Estoy segura de que había semillas de calabaza y de amapola, probablemente, también semillas de lino pero ya no estoy segura de las demás.
La masa pasa la segunda fermentación en su molde mientras sube. Después, en unos 45 minutos a 165º C ya tenemos un rico pan de espelta. El bollito lo saqué un poco antes porque al ser más pequeño había empezado antes a dorarse.
El pan hecho en casa, sabe mejor.
Como quería preparárselo él y le parece pesado amasar, empezó preparando pan de centeno que no se amasa. Ya os pasaré la receta aunque mi marido tuvo problemas de vez en cuando con la humedad del pan.
Últimamente he empezado a preparar pan de espelta que le gusta mucho más porque es más esponjoso y puede untar en el plato, aunque la harina es más cara. El proceso es el mismo que para el pan de trigo, por eso no se anima él a prepararlo, pero como la masa queda más ligera, en el horno tiende a aplanarse así que he decidido meterla en molde.
En este caso he preparado un kilo de harina de espelta integral con levadura para tal cantidad, un chorro de aceite de oliva virgen, dos cucharadas rasas de sal y agua templada (alrededor de dos vasos, pero la masa te dirá cuánto necesita). Con esta cantidad he llenado dos moldes de plum cake y una flanera para hacer un bollito con semillas que he introducido después de la primera fermentación y antes de meter en los moldes. No sé exactamente qué semillas he metido en el bollito porque pertenecían a un mix que me habían regalado. Estoy segura de que había semillas de calabaza y de amapola, probablemente, también semillas de lino pero ya no estoy segura de las demás.
La masa pasa la segunda fermentación en su molde mientras sube. Después, en unos 45 minutos a 165º C ya tenemos un rico pan de espelta. El bollito lo saqué un poco antes porque al ser más pequeño había empezado antes a dorarse.
El pan hecho en casa, sabe mejor.
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