miércoles, 6 de junio de 2018

¿No es no?

Las mujeres, y cada vez más hombres que también nos apoyan, hemos empezado a concentrarnos tras agresiones y abusos sexuales con el lema: ¡No, es no! para indicar que cuando alguna de las partes no consiente, no se debería seguir.
Y por supuesto que ¡No es no! pero, ¿es esto suficiente? ¿Qué ocurre cuando alguien se queda bloqueado y no es capaz de decir siquiera que no? ¿Ha consentido? Como dice el refrán, “¿el que calla otorga?”. NO y rotundamente NO.
En vez de decir que el “no consentimiento” debe ser explícito, dando a entender que todo lo demás es consentimiento, vamos a empezar a decir que el consentimiento debe ser explícito y si no, no hay consentimiento. Incluso me atrevería a decir más porque cuando se consiente… ¿es como un cheque en blanco o es un acuerdo entre las partes? ¿Si alguna de las partes no está de acuerdo con el cariz que están tomando las cosas, no puede echarse atrás? ¡Pues claro que sí!
Vamos a dejar de decir que ¡No, es no! para empezar a decir que ¡Únicamente SÍ, es sí! y solamente mientras no se diga no.

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