miércoles, 11 de noviembre de 2015

Atardecer en Jaizkibel

Estamos teniendo unos días tan buenos que los atardeceres son preciosos. El domingo por la tarde (*), fuimos a dar otro paseo por Jaizkibel. Dejamos la moto y tomamos el camino. La temperatura era tan buena que íbamos en camiseta de manga corta ¡en noviembre!
La bonita flor del cólquico de otoño nos saludó desde el inicio. En primavera y en verano hay tantas flores que difícilmente consiguen ser protagonistas pero en otoño son tan escasas que las que salen consiguen cautivar nuestra atención. ¡Me encanta su color lila y sus estambres de vistoso color naranja!



Llegamos a la segunda torre (**) iluminada por la luz del atardecer.

Este sendero pertenece al camino de Santiago (bigarren dorrea: segunda torre).

Un puesto de caza. Cuando hemos llegado con la moto, volvían un par de cazadores que no habían tenido éxito.

Otro puesto de caza. Al fondo las antenas, allí se encuentran los restos del Castillo de San Enrique (ver http://unpocoydemas.blogspot.com/2014/04/castillo-de-san-enrique.html).

El mar tras los pinos.

El puesto de caza que acabamos de rebasar. Miramos hacia atrás. Hay que tener cuidado con el sol, ya está muy bajo.

¡A que está bonito el prado!

¡Una mariposa en noviembre! Aunque a juzgar por su estado y a pesar del buen tiempo debe de ser mucho más duro vivir ahora.

Nos recreamos en las vistas.

Llegamos a la tercera torre.

Las vistas, a uno y otro lado, son espectaculares... y los colores muy cálidos.


Una hermosa pluma… lo que queda del ave que, probablemente aquí, perdió su vida.

Nos encontramos peladuras secas de naranja en el suelo. Sabemos que son biodegradables pero… ¿cuánto tardan en hacerlo? ¿Y si las lleváramos a casa?
Un muro de piedras salido de una cantera cercana. Probablemente de ahí salieron también las piedras para la torre.

Una mirada hacia atrás.


Los restos de la cantera.

Peñas de Aia.

Se llegaban a ver hasta los Pirineos, al fondo.

Este agujero en la roca nos permitió jugar con sus luces.

El sol empieza a caer…


Y seguimos jugando con el agujero mágico.

En el este, el cielo se tiñe de malva.

Ya queda poca luz, es momento de volver.

Se empiezan a encender las luces.

Aquí se puede reconocer la silueta del Hotel Monte Igueldo, con forma de torre, y una pequeña parte de la bahía de La Concha.

(*) Después de ver correr a los atletas de la Behobia-San Sebastián y sin saber todavía la desgraciada noticia de la muerte de uno de los corredores de la prueba.
(**) Creía que os había presentado la primera de las torres pero no la he encontrado en ningún post así que podría ser que no os la hubiera enseñado… Os he mostrado otra de ellas en el post sobre el monolito del Conde de Peñaflorida: http://unpocoydemas.blogspot.com/2015/10/monolito-en-jaizkibel.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario