miércoles, 25 de noviembre de 2015

La cigarra del octavo día


Suelo leer los libros orientales con cierta aprehensión porque muchas veces son dramas y terminan como tales dejándote un regusto amargo en la boca a pesar de haber disfrutado con su lectura. Después de terminarlos, muchas veces pienso por qué el autor no ha aligerado un poco el desenlace para que el final fuera algo más dulce…
No es el caso de esta novela de Mitsuyo Kakuta, que a pesar de estar teñida con bastantes episodios más o menos trágicos que unen a los cuatro protagonistas principales, termina al menos para uno de ellos, el más indefenso, con un pequeño rayo de esperanza. Habla de los egoísmos y las injusticias, sobre todo entre parejas, y se ve claramente cómo nuestros actos, a menudo, conllevan consecuencias que no habíamos previsto.

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