domingo, 26 de abril de 2020

Hacia una nueva normalidad

Ya se empieza a hablar en nuestro país de que en un plazo cercano podremos empezar a abrir nuestro mundo poco a poco. Todo dependerá de ciertos indicadores que todavía no conocemos pero cuando alcancemos los valores esperados, nuestras vidas se irán acercando a esa nueva normalidad que nos espera. A pesar de lo que nos gustaría, esa nueva normalidad estará muy alejada de lo que eran nuestras vidas antes de la aparición en ellas del covid-19.
Yo, por lo pronto, el martes empiezo a trabajar. Por una parte con ganas, con ganas de salir de estas cuatro paredes y volver a entablar contacto con mis compañeros, pero por otra parte con un poco de miedo a la situación que me voy a encontrar. Supongo que todo habrá cambiado, de hecho, en mi caso cambiaré de lugar en mi trabajo para aumentar las distancias. Todo sea por asegurar en la medida de lo posible que no nos contagiamos entre nosotros en el caso de que alguno se encuentre enfermo por el dichoso coronavirus.
Además tendré que cambiar mis hábitos ya que, habitualmente, me desplazo en transporte público pero tendré que hacerlo en nuestro coche para protegerme pues tengo un paciente de riesgo en casa. Y al volver, tendré que regresar a casa sin detenerme, sin paseos, sin escaparates, sin más compras que la de la alimentación. Aumentaré mis salidas de casa y eso me obligará a extremar precauciones al volver.
Por el momento, no se parecerá en absoluto a lo que yo recordaba. Esperemos volver a la otra normalidad cuanto antes…

No hay comentarios:

Publicar un comentario