jueves, 2 de abril de 2020

La última vez

Cuando somos conscientes de que estamos ante nuestra primera vez en algo, normalmente solemos estar nerviosos y expectantes porque supone una nueva experiencia que, probablemente, nos marcará en nuestra vida: el primer día de colegio, en el instituto, en la universidad o en el trabajo, el primer día con una pareja,…
Otras veces, aun siendo nuestra primera vez, no somos conscientes de ello y es después cuando nos damos cuenta de que fue algo trascendente. Cuando conocí a mi marido, no sabía que iba a ser la persona más importante en mi vida, ha sido después, cuando recuerdo el día en que nos conocimos, cuando soy consciente de que fue el día en que nos vimos por primera vez.
Esto es lo que suele pasar con el último día: muchas veces no sabemos que es la última vez que hacemos algo, no podemos saber que es la última vez que estuvimos con alguien,… Muchas veces, una enfermedad seria, un ingreso en el hospital, nos da tiempo a despedirnos correctamente, nos da la oportunidad de hacer y decir aquello que siempre dimos por sentado pero nunca hicimos o dijimos pero… ¿y cuando no es así? Yo no pude despedirme de mi padre, hace ya muchos años que murió de un paro cardíaco, y me acuerdo del día anterior, cuando estuvimos hablando por última vez y no lo sabíamos... Cuántas cosas cambiaríamos si supiéramos que ya no habría más…
Y si eso nos puede suceder en cualquier momento… Cuanto más ahora que llevamos confinados más de dos semanas sin estar con nuestros seres queridos, ni con nuestros amigos, aunque nos veamos y chateemos por Internet o hablemos por teléfono. Nos puede pasar que la última vez que estuvimos con alguno de ellos antes del confinamiento, sea la última vez, y no tendremos tiempo a despedirnos correctamente porque esta locura de pandemia nos ha dejado sin opciones. Cuando alguien va al hospital, la única forma de volver a verlo es que se cure.
Supongo que por eso, yo estoy aprovechando la oportunidad que me da la tecnología de estar con mis seres queridos, con mis amigos, hasta con mis compañeros de trabajo. Oír su voz, ver sus caras,… Espero que no pero… podría ser la última vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario