Ascensores

Primero, los ascensores entraron en los portales facilitando el acceso a los pisos altos y revalorizándolos respecto a los pisos bajos: antes tenían más luz pero había que subir más escaleras, después siguen manteniendo más luz y, además, se pueden salvar las escaleras gracias al ascensor.

Desde hace un tiempo, algunos pueblos que tienen muchos desniveles, también están utilizando los ascensores para solucionar las barreras arquitectónicas que suponen las escaleras, sobre todo a los discapacitados y a las personas mayores.












Lo que resulta curioso es que en cuanto vemos un ascensor, aunque estemos sanos, es como si tuviera imán: dejamos de utilizar las escaleras, con lo buenas que son para hacer ejercicio, y nos vamos derechos hacia el ascensor. Debo reconocer que a mí también me pasa algo parecido aunque intento controlarlo: en mi casa, utilizo el ascensor para subir pero, para bajar, me obligo a usar las escaleras.

Si estás sano, intenta utilizar las escaleras: es una forma muy económica de hacer ejercicio. Sólo en caso de que vayas con peso estaría realmente justificado el uso del ascensor. Así se evitaría la siguiente paradoja que se da a menudo: no utilizar las escaleras y después ir al gimnasio.