El cabello

Recuerdo que cuando era joven se llevaba el pelo largo y mis amigas se hacían lo que llamaban la “toga” (*) que consistía en enrollar el pelo alrededor de la cabeza después de lavarlo y todavía húmedo. Así unas horas y después de desenrollarlo, lo enrollaban hacia el otro lado y esperaban otro tanto para que el pelo les quedara liso. Yo también tenía el pelo largo pero no le dedicaba tanto tiempo, simplemente lo llevaba recogido en una coleta, hasta que un día me lo corté a capas y desde entonces ese ha sido mi corte, básicamente.
Conozco mujeres que pasan horas con las planchas y luego se ponen nerviosas con los días húmedos porque temen que se les rice el pelo pero yo descubrí muy pronto que es mucho mejor amoldarse a tu pelo y buscar un corte que te favorezca y le deje ser libre que obligarlo a llevar una posición que no es la suya. Es libertad para tu cabello y libertad para ti, por eso tardo unos 20 minutos en ducharme, secarme el pelo (no más de 5 minutos) y estar preparada para salir.
He ido lo menos posible a las peluquerías, ¡ya lo siento por ellas! Y muy a pesar mío, desde hace unos años soy esclava del tinte una vez al mes, cuando se ven las temidas raíces. A menudo pienso en liberarme también de su tiranía aunque no pueda evitar tener que recortármelo de vez en cuando.

(*) http://www.muysencillo.com/como-hacer-la-toga/
http://www.tratamientosbelleza.com.ar/belleza/alisar-el-cabello-con-la-toca-sin-planchita-ni-secador-paso-a-paso/