Me he encontrado con estas pegatinas en la barandilla de la playa de La Zurriola (Donostia) recordando algo evidente de lo que no siempre somos conscientes. Muchas veces tiramos pequeñas cosas al suelo que la lluvia puede llevar al mar, si solo fuera una no supondría ningún problema pero no es así cuando son miles, miles y miles. Eso es lo que pasa, por ejemplo, con las colillas como indica la imagen.
Otros pequeños objetos que suponen un grave problema son los bastoncillos para los oídos que se tiran por el retrete. Los palitos de plástico no son biodegradables y acaban amontonándose en ciertos lugares. Y no hablemos ya del montón de bolsas de plástico que acaban en el mar con el peligro que ello supone para la fauna marina.
¿Podríamos intentar en la medida que nos sea posible ser más cuidadosos con todo lo que tiramos? Empecemos por los cigarrillos y sigamos por todo lo demás. Un pequeño gesto nuestro puede ser una mejora en la condición de nuestros mares.
Otros pequeños objetos que suponen un grave problema son los bastoncillos para los oídos que se tiran por el retrete. Los palitos de plástico no son biodegradables y acaban amontonándose en ciertos lugares. Y no hablemos ya del montón de bolsas de plástico que acaban en el mar con el peligro que ello supone para la fauna marina.
¿Podríamos intentar en la medida que nos sea posible ser más cuidadosos con todo lo que tiramos? Empecemos por los cigarrillos y sigamos por todo lo demás. Un pequeño gesto nuestro puede ser una mejora en la condición de nuestros mares.
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