miércoles, 5 de julio de 2017

Una tarde en el paraíso

Hoy he cogido fiesta por la tarde y después de comer nos hemos ido a dar un paseo por el monte. Hemos dejado la moto junto a un caserío de nombre Sorondo. Ya fuimos por el camino que va hacia la derecha hasta la ermita de Santa María de Ozentzio (ver
unpocoydemas.blogspot.com/2015/06/ermita-santa-maria-de-ozentzio.html) y por el de la izquierda fuimos hacia el monte Aldura (ver unpocoydemas.blogspot.com/2017/05/hacia-el-monte-aldura.html) así que hoy hemos cruzado la carretera y hemos seguido un camino que iba hacia abajo.

Hemos seguido la pista hasta llegar a un puente y hemos descubierto un bonito riachuelo que nos ha alegrado la tarde.

Una presa abandonada.

La zona que antes se inundaba ha sido rellenada con tierra y el nuevo espacio está intentando ser colonizado por pequeños retoños de haya y roble. Espero que no sean barridos en cuanto llegue la primera crecida.

Decidimos seguir el riachuelo cantarín y no nos arrepentiremos.

El recorrido lleno de pequeños saltos y del sonido del agua que nos acompaña.




Aunque también es verdad que el "camino" no siempre fue fácil.

Rodeados de hermosos castaños.


El suelo tenía un gran desnivel y había que andar en cuña para sujetarse bien.


Llegamos a este bonito remanso de paz y descansamos durante un rato. Mientras nos llenamos de la energía que nos rodea.

Al volver, lo intentamos por la otra orilla pero tenemos que desistir porque es muy difícil. Realizamos la vuelta bordeando el pequeño río. Nos encontramos estas vistosas setas anaranjadas.


Caminar junto al río ha sido una hermosa y gratificante experiencia, el camino no ha sido fácil y me ha recordado a una gincana  pero el premio ha sido grande. Mientras volvíamos, mi marido me ha señalado a un lugar y ha dicho "Un ciervo, un ciervo". Me he acercado a tiempo para ver, entre los árboles y las piedras, el pecho marrón de un animal de buen tamaño que ha dado la vuelta y se ha marchado. Mi marido ha reconocido que probablemente fuera un corzo porque no era tan grande pero es lo primero que le ha venido a la mente. Ojalá lo hubiera visto mejor pero me doy por satisfecha con saber que a menos de diez metros había un corzo libre. No creo que el paraíso pueda ser muy diferente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario