miércoles, 14 de diciembre de 2016

Crear con tus manos

Hacía tanto que no cogía el ganchillo… que debo agradecer que me hayan dado la oportunidad de hacer esta toquilla para completar el vestido de casera de una bonita niña de poco más de un año.





Al principio, me ofrecí pero necesitaba una referencia porque no me atrevía a hacerla sin copiar una ya hecha. Después de tanto tiempo cuesta imaginar qué puntos pueden ir mejor y me hacía falta una prenda que me ayudara a saber las medidas y dónde debían hacerse los aumentos. Ya con la prenda que me servía para orientarme, más tranquila, no he hecho más que disfrutar. He recordado lo relajante que es el ganchillo (*) porque, salvo en los momentos en que tienes que estar más pendiente, puedes tejer mientras realizas otras actividades como ver la televisión, por ejemplo. Y al final, tienes una bonita prenda que has confeccionado con tus propias manos y que puedes regalar haciendo que dos personas sean felices: quien da y quien recibe.
¿Por qué no recuperamos de nuestras madres o abuelas la costumbre de tejer para nuestros familiares pequeñas prendas de amor?

(*) o el punto

No hay comentarios:

Publicar un comentario