sábado, 17 de diciembre de 2016

Estrés navideño

Se acercan las fiestas navideñas y las que vamos a ser anfitrionas empezamos a estar estresadas. Queremos quedar bien: que no falte comida para que no parezca que hemos racaneado, que nadie se quede sin comer porque lo que hemos pensado no le gusta, que no sobre demasiada comida para no estar mucho tiempo comiendo de sobras (*), que la comida sea variada para no comer todos los días lo mismo (**), qué se puede poner que resulte un poco original o que no se coma habitualmente (***),… y a pesar de todo me encuentro con la forma de pensar de mi madre que aunque no pone su casa, también hay que contentar.
Para mi madre, hay algunas cosas que hay que poner siempre en la mesa, con lo cual los repites ¡4 veces durante las fiestas! Prepara comida de antemano que luego reparte entre casa de mi hermana y la mía pero como habla con una y con otra varias veces, primero te dice que te va a traer una y a casa de tu hermana llevará otra, que va cambiando con cada conversación. Lo que llegará suele ser sorpresa hasta el último momento.
Sin embargo, mi marido me recuerda cada vez que no es necesario comer tanto y que esta vez vamos a poner menos comida, más elegida, y aunque yo estoy de acuerdo con eso, tengo que lidiar en mi cabeza con todos los puntos que os he expuesto en el primer párrafo y aquí ando, como todos los años, pensando en lo que voy a poner y deseando que todos se vayan contentos sin tener que estar como una esclava trabajando en la cocina ¿Lo lograré?


(*) aunque las sobras sean muy ricas como a veces la comida se ha congelado para no dejar el trabajo para última hora, las sobras no se pueden volver a congelar y hay demasiada comida para comer en poco tiempo cuando ya estamos empachados de las fiestas. A veces estamos deseando poder comer comida sencilla y ligera: verdura, ensalada,…
(**) como un día celebramos en casa de mi hermana y otro día en la mía, hablamos para intentar comer diferentes cosas ambos días
(***) recuerdo que cuando yo era pequeña, la comida de estas fiestas (Nochebuena/Navidad y Nochevieja/Año nuevo) estaba compuesta por alimentos que no comíamos el resto del año: croquetas especiales, marisco, solomillo,… Pero hoy en día, incluso a pesar de la crisis, en la mayoría de las casas ese tipo de platos ya no es tan especial y cuesta encontrar preparaciones que no sean demasiado elaboradas y que permitan a la anfitriona participar también de la fiesta sin estar encerrada en la cocina.

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