sábado, 28 de junio de 2014

Bichitos

No sé a qué fue debido, si fue la hora o el día o que fue un momento mágico, nunca había tenido tantas mariposas que se ofrecieran para ser fotografiadas en tan poco tiempo. Quizá la única vez fue cuando estuve en el mariposario de Granada pero no llevaba una cámara digital y no es lo mismo ya que es un entorno artificial y hay miles de mariposas.






Como tengo miedo de que se escapen antes de acercarme suficiente, voy sacando fotos según me acerco, cada vez más cerca, tanto que a alguna, estuve a punto de darle con el objetivo de la cámara. Hasta el saltamontes se estuvo quieto.


¡Increíble!

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