No podíamos desaprovechar el día de hoy porque algún día llegará de verdad el invierno y tendremos que dejar aparcada la moto. Así que hemos paseado un poco, entre otros lugares por Villabona. Esta localidad está separada de Zizurkil de la que os hablé hace poco por un puente.
En la rotonda una escultura que recuerda a las metas, los montones de hierba seca para dar de comer al ganado.
Antes de llegar, al pasar por el puente nos hemos sorprendido al ver muchas garcetas en el río. ¡Quién me iba a decir cuando yo era niña que iba a ver tanta vida en este río! En aquella época, el río Oria era uno de los más contaminados de Europa y los niños jugaban a tirar piedras al río que quedaban sobre la espesa espuma que bajaba con el agua. Hoy en día, ya recuperado, podemos ver peces y aves.
Ya en Villabona, plaza para el arrastre de piedra con las piedras en un costado.
Por la calle Mayor (Kale Nagusia).
La Casa de Kultura y seguimos por Kale Nagusia.
El Ayuntamiento, construido en 1851, de estilo neoclásico.
El antiguo frontón reconvertido en “plaza pluridisciplinar”.
Las casas enfrente del Ayuntamiento al sol.
El puente que une Zizurkil y Villabona desde el lado de Zizurkil.
Unas bonitas casas junto al río.
La primavera adelantada porque todavía no ha llegado el invierno.
La sencilla iglesia Parroquial del Sagrado Corazón, edificada en 1909.
El edificio de la Fundación Mintzola que estudia la tradición oral en euskera
(ver http://www.mintzola.eus/inicio?set_language=es).
Los jóvenes jugando un partido de pelota en el nuevo frontón municipal.
Estas fotos, como os podéis imaginar, son de otro día en que realmente estaba lloviendo. En ellas aparecen la casa solar Etxe-Ondo que estuvo aislada del núcleo urbano y rodeada por campos de cultivo hasta la década de los 70 y lo que queda del magnífico cedro libanés que presidía la entrada.
Más información en: http://www.villabona.eu/es/2012-10-29-16-15-40/historia-y-patrimonio.html
En la rotonda una escultura que recuerda a las metas, los montones de hierba seca para dar de comer al ganado.
Antes de llegar, al pasar por el puente nos hemos sorprendido al ver muchas garcetas en el río. ¡Quién me iba a decir cuando yo era niña que iba a ver tanta vida en este río! En aquella época, el río Oria era uno de los más contaminados de Europa y los niños jugaban a tirar piedras al río que quedaban sobre la espesa espuma que bajaba con el agua. Hoy en día, ya recuperado, podemos ver peces y aves.
Ya en Villabona, plaza para el arrastre de piedra con las piedras en un costado.
Por la calle Mayor (Kale Nagusia).
La Casa de Kultura y seguimos por Kale Nagusia.
El antiguo frontón reconvertido en “plaza pluridisciplinar”.
Las casas enfrente del Ayuntamiento al sol.
El puente que une Zizurkil y Villabona desde el lado de Zizurkil.
Unas bonitas casas junto al río.
La primavera adelantada porque todavía no ha llegado el invierno.
La sencilla iglesia Parroquial del Sagrado Corazón, edificada en 1909.
El edificio de la Fundación Mintzola que estudia la tradición oral en euskera
(ver http://www.mintzola.eus/inicio?set_language=es).
Los jóvenes jugando un partido de pelota en el nuevo frontón municipal.
Estas fotos, como os podéis imaginar, son de otro día en que realmente estaba lloviendo. En ellas aparecen la casa solar Etxe-Ondo que estuvo aislada del núcleo urbano y rodeada por campos de cultivo hasta la década de los 70 y lo que queda del magnífico cedro libanés que presidía la entrada.
Más información en: http://www.villabona.eu/es/2012-10-29-16-15-40/historia-y-patrimonio.html
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